Pesadilla de un arquero
Hasta ahora, por lo que respecta al noble arte de la arquería, he de reconocer que mis pesadillas son, supongo, las habituales a todo arquero con trayectoria similar. O sea, que se me rompa el arco, que pierda muchas flechas o se me rompan en un 3D, que tenga mal día en un torneo o que el pedido de última hora para tener todo a punto no llegue a tiempo.
Mas que pesadillas podríamos decir que son preocupaciones, que, eso si, quitan concentración a la hora de tirar, pero que no tienen mayores consecuencias.
Ya en el plano mas competitivo y personal, tengo pesadillas en forma de arqueros con los que me toca competir en duelo al pasar el corte y que en mi caso se concretan en un par de tiradores del club Arco da vella que me vencen sin contemplación ni misericordia.
Mas que pesadillas, diría que son contratiempos y reconozco que siempre me han vencido en buena lid.
No se si a la mayoría de los mortales le ocurrirá lo mismo que a mi, pero con mas de medio centenar de tacos a la espalda, realizo acciones repetidas con el mismo ritual desde que recuerdo.
Fundamentales son las que tienen que ver con el aseo diario, con que pie se entra en la ducha, posición y postura al manejar los utensilios, pero también con las que atañen a la forma de dormir, de comer, o de realizar trayectos rutinarios.
Pero hoy, por primera vez en mi vida, me ha ocurrido algo sorprendente e inquietante. Algo que necesito contar por si tuviera futuras consecuancias.
Al asearme, esta mañana, algo me sorprendió por un momento cuando empezé a afeitarme. Resulta que yo empiezo el ritual del afeitado agarrando la cuchilla con la mano izquierta y tensando la piel de la cara con la derecha. Al verme al espejo me di cuenta que habia hecho justamente lo contrario.
A partir de ahí, empeze a despejar la mente e intentar recordar como había llegado hasta ese punto de la rutina. Pues bien, aunque somnoliento, todavia recordaba la forma en la que entre en la ducha, la mano con la que me enjaboné, cogí la alcachofa o la pierna con la que salí de la bañera.
Y, ¡horror!, habia hecho todo justamente con la mano y el pie contrario. Y sin sentir nada extraño.
Siempre pensé que las metamorfosis, sobre todo en personajes como Hulk, no tanto en el caso de Superman y otros, deberían ser dolorosas, pero este cambio había sido totalmente indoloro en mi caso y se debió producir mientras dormía.
Por suerte, este cambio solo es de lóbulo y no altera mi apariencia física, e incluso, al pasar de la minoría (zurdos) a la mayoría pasaré totalmente desapercibido.
Pero a quien no podré engañar sera al resto de arqueros que comprobarán sin remisión una bajada espectacular en mis puntuaciones al tener que seguir usando mi arco para zurdos. Un sudor frío recorre mi cuerpo con solo pensar en esa posibilidad, pero hoy espero tener el valor suficiente para subir a la cova do sapo y entrenar por primera vez en este 2011.
Deseadme suerte y ya os contaré el resultado.
(al dia siguiente...)
Afortunadamente ayer subi a tirar y recupere mi lateralidad habitual aunque no la punteria.Uffffffff!
1 comentarios:
Tamén, .mira que verse nun espello e pensar que eres o de dentro.......
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