Ventura, "prota" indiscutible del I Torneo del Mercantil

En la mayoría de los eventos de tiro con arco, las cosas llevan un previsible discurrir que resulta a veces incluso aburrido.

Ya se sabe , más o menos, entre quienes se repartirán los trofeos, o los primeros puestos, etc.

Siempre pueden surgir sorpresas que alteran considerablemente las previsiones, claro está.

Tambien se va manifestando el entrenamiento y la superación de nuevos arqueros que buscan un lugar destacado, etc.

Todo ello, esta dentro de la dinámica de los torneos.

Pero además de eso, suceden acontecimientos que nos hacen saber que la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida.


En el caso del torneo celebrado ayer ocurrió un hecho que nos permitió aprender mas sobre arcos en medio de la faena.

Y yo tuve la "suerte" de ser testigo directo del acontecimiento.

Estaba viendo acercarse a nuestro delegado arquero, y, a punto de preguntarle que tal le estaba yendo, una cegadora visión me desconcertó.

Una impresionante corriente de simpatía atravesó la pala y la hizo deslaminarse con brutal virulencia. Parece ser que la pala ya había avisado, por lo que supongo que Ventura estaba a punto de comentarlo cuando ocurrió.

Como podeís imaginar, el chasquido llamo la atencion de los participantes, por lo que un nutrido grupo de arqueros se arremolinó alrededor del arco caído, empezó a hacer análisis y cábalas y por supuesto a emitir informes de causas y consejos.

Entre ellos había arqueros avezados cuya opinión siempre es tenida en cuenta.

Yo, aparte de lamentar el hecho, y para consuelo de nuestro compañero, he de hacer la siguiente reflexión:

¿Que muerte más honorable puede tener un arco que la de estar rodeado de los mejores arcos y arqueros en plena competición?

¿Acaso entre hacerlo en un sombrío entrenamiento, en una triste puesta a punto, o en presencia de desconocidos, no elegiríais la gloria de la competición?

El juez permitio que Ventura siguiera tirando con un arco prestado por Suso, pues, aunque Antonio Carro le ofreció el suyo, prefirio que fuera de un compañero de equipo.

Obviamente los resultados fueron los esperados, pero una vez más, demostro su pundonor quedandose hasta el final.

He de añadir que estaba aquejado de una lumbalgia de caballo, por lo que cualquiera se hubiera retirado y listo, pero a Ventura por sus actos le conocereis.

Por si todo lo anterior no fuera suficiente, Antonio Carro estuvo interesado en el carcaj tradicional de alta tecnología que entre los dos hemos realizado, por lo que su personalización de la base de mimbre que yo hago, con el recubrimiento de piel de potro y aparejo marino de sujección, parece que puede tener su gancho.
(No se como quedara la cosa, pero ya hablare de eso con el)

Y para finalizar, como me tuve que ir antes de que terminara el torneo por razones familiares, si algo más ocurrió, me enteraré y aquí os lo relataré.